En estos tiempos que vivimos hay cosas que llaman la atención. Si preguntamos, la mayoría de las personas estarán de acuerdo en que hay que cuidar, respetar y conservar la naturaleza. Sin embargo, si observamos el nivel decreciente de conservación de ésta, nos daremos cuenta de que en apariencia somos hipócritas al respecto.
Esto lleva a plantearse si el problema no estará en qué entendemos por eso de "naturaleza".
Margaritas (Bellis perennis) |
Para mucha gente la naturaleza es “eso que sale en los documentales sobre África”; o “a donde vamos a disfrutar en vacaciones”, o sea, un parque natural. Esto explica porque mucha gente ve muy lejana la posibilidad de hacer algo en pro de la naturaleza.
Sin embargo, la naturaleza es mucho más que eso; de hecho es todo lo que nos rodea. Puede sorprender que se hable de entorno natural al referirse a un parque, a una ciudad o a un animal doméstico. Incluso nosotros mismos somos naturaleza. El aire que respiramos, el agua que bebemos, el tiesto del balcón, el suelo que pisamos…quizá ahora ya si podemos cuidar la naturaleza. Cuidarnos a nosotros mismos.
Caracol de jardín (Helix aspersa) con concha marrón jaspeada siguiendo la espiral.Caracol rayado (Cepaea nemoralis), con rayas negras. |
Lagartijas (Podarcis sp) |
Flor de Trébol común (Trifolium pratense) |
Así pues, al final la naturaleza se queda desprotegida, aún con el esfuerzo de tantas personas y asociaciones, cuyo apellido (ecologista) empieza a tener una connotación negativa según para quien, ya que van en contra del progreso, poniendo a la flora y fauna por encima de las personas.
Pues no, ahora que ya sabemos que la naturaleza nos rodea haya donde estemos, no parece que los naturalistas estén en contra de nada ni de nadie.
Solo un mensaje esperanzado: cuidad lo que os rodea aunque no aporte un beneficio económico.
Cuidad la naturaleza por la cuenta que nos trae.
Cuidaos… a vosotros mismos.
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