Todos los que disfrutamos de nuestra primera visita a Asturias recordamos sus paisajes, sus extensos prados siempre verdes, una vegetación exuberante… Realmente parece un paraíso natural. Sin embargo, viviendo aquí desde hace más de quince años, con un poco de estudio y observación del entorno que nos rodea, enseguida se comprende que tal paraíso no tiene nada de natural. Primero se talan los árboles autóctonos (robles, hayas, fresnos, abedules…); después se desbrozan sin pudor todo tipo de arbustos. Como año tras año, lo que recrece es lo único con una tasa de crecimiento lo suficientemente rápido como para cerrar su ciclo, es decir zarza, tojo, helechos,… ( maleza que ensucia el campo, se dice por aquí... ) "hay que quemarlo". Y al año siguiente, repetir, cada vez eliminando más y más maleza . El resultado: prados y prados de verde pasto para el ganado. No. No es un paraíso natural. Es profundamente y largamente artificial. Tras haber recorrido gran pa