El corzo (Capreolus capreolus) es el cérvido más pequeño de la Península Ibérica, con una altura máxima hasta la cruz de 75 cm. Las huellas que podemos encontrar se podrían confundir con la de otros cérvidos, pero éstas tiene un tamaño mucho menor. Además si ha quedado bien marcada en el terreno se puede apreciar que la las puntas de las pezuñas son muy finas y puntiagudas. En las patas delanteras puede dejar marcas de las "guardas" si el terreno lo permite , y quedarían a unos 2- 2,5 cm de las huellas alineadas con estas. El terreno donde sacamos esta foto es un zona donde había más huellas y había estado lloviendo, por lo que las condiciones son bastante óptimas para confirmar su presencia. En las guías de huellas se puede encontrar un dibujo característico de éstas con las pezuñas más juntas estre sí, pero en el campo hay que tener en cuenta que el terreno estaba muy embarrado con lo que el peso del animal ha hecho que profundice la huella viéndose mucho más sep